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Fórmula 1

La Fórmula 1 quiere obtener el 10% de sus beneficios de los niños

Los acuerdos de la F1 con los jugueteros puede suponer hasta 400 millones de euros

La Fórmula 1 quiere obtener el 10% de sus beneficios de los niños

Mickey Mouse, posa junto a un monoplaza para anunciar el acuerdo entre Disney y F1. | Disney

Niños, niños, y más niños. Si hace años, los realizadores de la Fórmula 1 alternaban los planos entre coches, pilotos, y las chicas más atractivas que veían en la grada, ahora las nuevas estrellas son los niños. Pero la meta no son ellos, fans y espectadores del futuro, sino el bolsillo de sus padres.

Durante años, los más jóvenes fueron desdeñados por los gestores de la especialidad «porque no tienen dinero». De ahí que los relojes de alta gana, marcas de coches prémium, o cadenas hoteleras repletas de estrellas, eran los anunciantes habituales en los letreros visibles. Esto ha cambiado.

El antiguo propietario y factótum del deporte durante décadas, Bernie Ecclestone, se quejaba con amargor tras cerrar la puerta. Afirmaba que habían convertido su restaurante de cinco tenedores en un McDonald’s. Llevaba parte de razón, pero un negocio elitista y limitado se ha abierto a nuevos y más lucrativos mercados, en un plan que en siete años duplicó la facturación previa y ya se encamina hacia triplicarla.

El organizador de la F1, el Formula One Group propiedad del conglomerado estadounidense Liberty Media, facturó en 2024 una cifra récord que rondó los 3.322 millones de euros. Esto representó un aumento del 13 % interanual, que irá a más gracias a sus recientes acuerdos con las jugueteras Lego y Hot Wheels, y el gigante Disney.

Si los primeros aportarán sus productos, en esencia coches y figuras en miniatura, lo de Disney va a ir mucho más allá. En cálculo del periodista Marc Limacher, un reconocido analista del negocio y editor del anuario Business Book GP, la aportación al negocio con estos tres actores podría suponer unos beneficios anuales de 400 millones cuando los acuerdos entren plenamente en vigor.

El objetivo de Liberty Media es incrementar la recaudación por licencias, esto es, merchandising, gorras, camisetas, y todo objeto sobre el que colocar el logotipo más veloz del mundo. Al menos un 40 % de ese montante debería llegar de la mano del trío infantil durante el periodo 2026/2027, para cuando se supone que toda la maquinaria de Lego, Hot Wheels y Disney debería estar a pleno rendimiento.

La negociación de Liberty con los licenciatarios se asienta sobre tres patas: hay un pago en efectivo a la firma del contrato, por norma general de una cuantía mínima de 10 millones de euros. La segunda condicionante se basa en un porcentaje o regalías calculadas sobre las ventas. La comisión variará según el éxito comercial del producto. El tercer apartado del acuerdo apunta a las bonificaciones vinculadas a objetivos de ventas y longevidad del producto.

Para Lego y Hotwheels, esta colaboración supondría una aportación a la F1 de unas cantidades que rondan los 50 millones de euros al año para cada uno. Lego facturó el año pasado 9.965 millones de euros, de los que 2.513 fueron beneficios.

Se estima que las licencias de Star Wars y Harry Potter les aportan alrededor de 500 y 1.000 millones al año respectivamente. Están en el top 5 de los productos Lego más populares, y son las únicas dos franquicias que comercializan. De acuerdo con estas cifras, se estima que la F1 tiene como objetivo alrededor de 200 millones de euros en ingresos anuales, por ahora.

El acuerdo se hará efectivo para la próxima temporada.

Con Disney de la mano

El caso de Disney es distinto, porque tiene mucho más espacio y margen de maniobra. Los rumores sugieren que se propone desarrollar la marca F1 en su seno. De entrada, se ha filtrado información acerca de una posible atracción relacionada con la Fórmula 1 en sus parques de Disneyland y Disneyworld.

No es imposible que la plataforma audiovisual Disney+ transmita más documentales, sin olvidar que el ratón Mickey es propietario de la cadena ESPN, la tenedora de los derechos de emisión de la F1 en Estados Unidos. El éxito de este producto en Netflix o Amazon Prime ayuda a pensar que, con las puertas abiertas de par en par, acabe ocurriendo. Hay más.

Una de las mayores fuentes de alegrías para el roedor, es la saga de películas Cars, protagonizadas por el coche-actor Rayo McQueen. La cuarta entrega de la serie está confirmada y actualmente en producción, con una fecha de estreno prevista para 2026, según Disney y Pixar.

Un negocio muy redondo

Otras fuentes y especulaciones indican que podría estrenarse en 2027, coincidiendo con el 20 aniversario de la cinta inicial de esta franquicia. Existe la posibilidad de que estuviera ambientada en las carreras de Fórmula 1 y no en un remedo de la Nascar estadounidense, más popular en aquel país que la categoría de origen europeo.

De acuerdo con este panorama, Limacher estima que el beneficio de Liberty Media estará entre 100 y 150 millones de euros procedente de Disney, en cifras que irán a más. Según el analista galo, es un acuerdo bastante similar al firmado entre Nike y el FC Barcelona o Adidas y el Real Madrid.

¿Y los equipos qué?

Desde 2021, y tras la firma del Concorde Agreement –el contrato entre las escuderías y el organizador–, los equipos han acordado ceder completamente su imagen. A cambio, cada uno debería recibir un bono de 20 a 30 millones de euros por temporada para 2026, que se va a cuantías de entre 100 y 150 millones si se añaden los derechos de televisión y las diversas bonificaciones.

Si hay dinero para todos, todos contentos. Los que lo estarán un poco menos serán los padres, que tendrán que abrir la cartera para dejar felices a sus retoños. Pero claro, la familia que acude a la Fórmula 1 unida, permanece unida, y que lo que la velocidad una, no lo separe el presupuesto familiar.

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