La ayuda a los comercios afectados por la dana cubre solo el 14% de lo que necesitan para abrir

Cada pequeño comercio afectado por la dana en la zona de la provincia de Valencia necesita, de media, 140.000 euros para poder reabrir, pero las ayudas, tanto estatales como autonómicas, apenas cubren el 14% de esta cifra. Es el cálculo que hace la Confederació d’Empresaris del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana, tal y como explica a THE OBJECTIVE. La riada se llevó por delante más de 8.800 locales comerciales en los que trabajan 42.651 personas; de ellas, 33.074 son asalariados y 9.578 autónomos. El comercio fue uno de los grandes damnificados de la tragedia, con daños y pérdidas que superan los 1.700 millones de euros, a los que se suman 500 millones de lucro cesante.

De todos los comercios afectados, cerca del 20% sigue sin poder abrir después de cinco meses. Unas cifras que ponen de manifiesto la dimensión de la catástrofe, pero también que las ayudas prometidas no llegan, tal y como asegura esta patronal. «Calculamos que el 25% del comercio de los cerca de 100 municipios afectados en distinto grado echen el cierre definitivo. Asimismo, comercios que han reabierto por necesidad, si no reciben las indemnizaciones del Consorcio, se verán obligados a cesar su actividad», subraya Rafael Torres, presidente de la patronal Confecomerç, en declaraciones a THE OBJECTIVE.

«La necesidad media de inversión de cada pequeño comercio afectado calculamos que es en torno a 140.000 euros. Las ayudas estatales y autonómicas se cifran de media en 20.000 euros por negocio, por lo que resulta totalmente insuficiente que un comercio pueda reconstruirse y volver a la normalidad», resalta Torres. «Estamos hablando de un sector, que carece de pulmón financiero, y que es uno de los eslabones de la cadena, que cuenta con menor capacidad y colchón para enfrentarse a una catástrofe de esta magnitud», añade.

Ayudas que no llegan

La patronal del comercio valenciana pide que el Gobierno de España esté a la altura de la tragedia y actúe en consecuencia. «Es urgente que destine recursos reales y suficientes para un sector clave que no tiene margen de maniobra para enfrentar un escenario de estas características», añade Torres, al tiempo que solicita «un esfuerzo mucho mayor». De hecho, desde Confecomerç piden que las ayudas por la dana se multipliquen por cinco, ya que los recursos están disponibles y «deben emplearse de forma eficaz en un momento crítico como este».

Desde el sector lamentan que, a la falta de ayudas a fondo perdido, se sume otro de los grandes hándicaps que tiene el comercio que es la lentitud del Consorcio de Seguros. «Solicitamos que se anticipe el 50% de los daños estimados a las empresas de menos de cinco trabajadores. Estas pequeñas empresas están en un callejón sin salida, incapaces de enfrentarse solas a una tragedia que ha devastado su medio de vida», añade Torres. Los comerciantes insisten que, en este momento, y más de cinco meses después de la tragedia, «la inacción no es una opción». Por ello creen que es el momento de que el Gobierno actúe con «decisión y compromiso, respaldando a quienes sostienen el tejido económico local».

Comercio disparado en la zona

Como viene sucediendo en los últimos meses, tal y como ha monitorizado Caixabank Research a través del uso de las tarjetas, el consumo de los habitantes de las zonas más afectadas por la dana sigue creciendo a mayor ritmo que el del resto de España. Durante la semana del 19 al 25 de marzo, la última que hay registros, fue un 23% superior a nivel interanual frente al crecimiento del 3% que se experimentó en el resto del conjunto nacional. Una tendencia que se produce prácticamente desde las primeras semanas tras la tragedia.

Un consumo que se ve incentivado por la necesidad de muchas familias de reponer electrodomésticos y todo tipo de enseres perdidos en la tragedia. No obstante, con muchos comercios aun sin poder volver a subir la persiana, el consumo registrado en los establecimientos de la misma zona se mantuvo un 10% por debajo de los mismos días del año pasado, un registro ligeramente inferior al de la semana pasada, pero en línea con la menor tracción del consumo de estas últimas semanas.