El 31% de los parados tarda más de dos años en lograr empleo, la misma proporción que en 2018
El desempleo de larga duración se concentra entre los mayores de 59 años y en los trabajadores con estudios
Las oficinas de empleo tienen 781.000 parados que llevan más de dos años demandando empleo. | Europa Press
Un tercio de los parados lleva más de dos años esperando encontrar un empleo. Dos años es el máximo durante el que se puede percibir la prestación de desempleo, tras haber cotizado durante seis años. El porcentaje de parados de muy larga duración permanece prácticamente inalterable desde 2018 -se ha reducido dos puntos-, a pesar de que el número de desempleados se ha reducido más de un 30%. Entre 800.000 y 900.000 personas, independientemente de pequeños altibajos en la coyuntura laboral, figuran en una franja en la resulta casi imposible lograr empleo. La excepción se da en tiempo de crisis, como la generada en 2008.
El número de parados de larga duración en España alcanzó el máximo nivel durante la crisis. Concretamente, en el primer trimestre de 2014 había tres millones de personas desempleadas que llevaban más de un año sin trabajar, el doble de los que hay ahora. Según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social analizados por THE OBJECTIVE, la edad, la comunidad de procedencia y el nivel de estudios determinan el tiempo en el que se encontrará un empleo. El último dato -mayo- que proporciona la Estadística de Demandantes de Empleo muestra que 781.226 llevaban más de 24 meses inscritos en las oficinas de empleo esperando encontrar un trabajo. El pasado mayo, el número de parados se situó en 2,45 millones.
Mientras, en el mismo mes de 2018, el número de parados superaba los 3,25 millones, mientras los desempleados que esperaban su trabajo más de dos años ascendían a 914.892. La permanencia en las bolsas de desempleo tiene mucho que ver con la edad. Así, en mayo de 2025, había 233.000 parados con más de 59 años con más de 24 meses a la espera de empleo. Estos suponían casi un tercio del total y más de la mitad de los parados con esa edad. Mientras, el desempleo de larga duración se concentra entre los trabajadores de estudios secundarios, más de 500.000.
Desempleo y jubilación
Buena parte de los parados mayores no abandonan el paro porque encuentren trabajo y sí porque tienen la posibilidad, incluso anticipadamente. Por lo general, para poder acceder a la jubilación, un trabajador debe alcanzar la edad legal establecida, que desde la reforma de 2011 aumenta progresivamente hasta alcanzar los 67 años en 2027, salvo para aquellos con una larga carrera de cotización, que pueden jubilarse a los 65 años. Pese a todo, hay supuestos en los que es posible retirarse antes de edad.
La jubilación anticipada por desempleo o jubilación anticipada por cese involuntario está dirigida a aquellas personas sin empleo que, cercanas a la edad de jubilación, pueden encontrar dificultades para reincorporarse al mercado laboral. En este colectivo están los parados que llevan demandando más de dos años un empleo. No basta con pedirla, hay que cumplir una serie de requisitos; eso sí, menos exigentes. La pensión suele ser más cuantiosa que la prestación, pero los afectados se enfrentan a deducciones en su paga de jubilación durante los meses que la cobren.
Las comunidades han impulsado programas y ayudas para el empleo de larga duración, especialmente dirigidas a personas mayores de 30 años que han estado desempleadas durante al menos 360 días. También se incluyen personas entre 45 y 54 años que están además inscritas como demandantes de empleo.
Paradas y mayores
El último informe elaborado por el Gabinete de Estudios de USO sobre el mercado laboral en febrero de 2025 hace hincapié en el desempleo de larga duración. En el segundo mes del año, el 45,5% de las personas desempleadas en España eran parados de larga duración, es decir, llevaban más de 12 meses buscando empleo. Este porcentaje refleja las dificultades estructurales del mercado laboral para absorber a quienes pasan largos periodos en desempleo.
El desempleo de larga duración tiene un claro sesgo de género. Las mujeres no solo representan la mayoría en esta categoría sino que, prácticamente, duplican en porcentaje a los hombres que llevan más de dos años buscando empleo. El 29% de las mujeres paradas llevan más de un año registradas en el SEPE. Esta brecha de género evidencia las dificultades adicionales que enfrentan las mujeres en el mercado laboral, donde persisten desigualdades en el acceso y la calidad del empleo.
El informe también señala cómo el edadismo en la contratación condena a las personas mayores a permanecer en desempleo. Los mayores de 59 años firman solo el 3,8% de los contratos, a pesar de representar el 46% de los parados registrados. Esta exclusión no solo priva a miles de trabajadores de una oportunidad laboral, sino que contribuye a engrosar las cifras del paro de larga duración en un colectivo especialmente vulnerable.
