Repsol deja de exportar petróleo venezolano a España tras el veto de Trump
El pasado mes de abril no hubo importaciones después de doce meses de compras masivas y continuas de crudo

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. | Europa Press
Las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) confirman que España no trajo ni un solo petrolero a sus costas el pasado mes de abril procedente de Venezuela. Se trata del primer mes que no se ha comprado ni una sola tonelada de crudo tras un año importando de forma continuada. Se confirma así el efecto de la suspensión de la licencia a Repsol para exportar crudo del país gobernado por Nicolás Maduro que aprobó el presidente de EEUU, Donald Trump.
Según los datos de Cores, en el primer trimestre de 2025 se importaron desde Venezuela 745.000 toneladas de petróleo venezolano: 299.000 toneladas (enero), 150.000 toneladas (febrero) y 296.000 toneladas (marzo). Sin embargo, en el mes de abril el número de toneladas fue cero. Ese mismo mes se compró petróleo de Estados Unidos y México por un valor de 869.000 y 829.000 toneladas respectivamente.
Pese a este escenario, la petrolera española continúa trabajando en Venezuela extrayendo gas, pero para el consumo local. Lo hace a través de una joint venture con la italiana Eni. De hecho, una parte del pago que se le hacía a Repsol por dicha extracción, para el posterior consumo de los venezolanos es a través de barriles de petróleo que más tarde se exportan. Una situación que, tras la medida impuesta por Trump, compromete a la compañía. No obstante, las negociaciones continúan y no se descarta que pueda haber una solución.
Cita de Imaz con Wright
El pasado 4 de junio, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, se reunió con el secretario de Energía de Estados Unidos, Chris Wright, en una reunión celebrada en el marco de la Alaska Sustainable Energy Conference (Alaska, EEUU). Allí, entre otros asuntos vinculados a los proyectos de energía renovable que tiene la petrolera en el país norteamericano, se trató el asunto venezolano, que preocupa a la compañía.
Unos días antes, durante la junta general de accionistas de la compañía, Imaz ya señaló que se seguía «manteniendo un diálogo franco, abierto y sincero» con la Administración del Gobierno de Estados Unidos para continuar operando en el país caribeño. Repsol no es la única petrolera afectada; otras compañías europeas se han visto implicadas, como la antes mencionada Eni (de Italia) y la francesa Maurel & Prom.
Mayo de 2024
Cabe resaltar que España efectuó en mayo de 2024 la mayor compra de petróleo venezolano de las últimas dos décadas. Según Cores, ese mes se importaron 632.000 toneladas de crudo. Una cifra que solo es superada por la del mes de enero del año 2002, cuando se adquirieron 832.000 toneladas de crudo venezolano. El contraste con estos espectaculares datos es importante un año después.
Entre los castigos que detalló la Administración Trump para aquellos países que importen productos petrolíferos venezolanos están un arancel del 25% a todos los bienes de cualquier país, ya sea directamente del país o indirectamente a través de terceros; los aranceles caducarán un año después de que un país deje de importar petróleo venezolano, o antes si las autoridades lo consideran oportuno.
Las razones que esgrimieron fueron las siguientes: «El régimen de Maduro socava sistemáticamente las instituciones democráticas suprimiendo elecciones libres y justas y consolidando el poder de forma ilegítima, la corrupción endémica y la mala gestión de Venezuela bajo Maduro han aplastado a su pueblo y desencadenado una crisis humanitaria y de salud pública regional, y millones de venezolanos han huido del gobierno opresor de Maduro, imponiendo cargas significativas a los países vecinos y desestabilizando el hemisferio occidental».
Venezuela está en el foco mediático por las continuas alusiones a su petróleo por parte de las tramas de corrupción de España. Sin ir más lejos, el empresario beneficiado por el PNV -el imputado Alejandro Hamlyn- vinculó con el crudo venezolano a uno de los cabecillas de la ‘trama Koldo’, Víctor de Aldama, y a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. En concreto, se lo comentó a los emisarios del PSOE, que buscaban que les aportase información contra la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a cambio conseguirle beneficios penales y económicos.
El negocio consistía, según el empresario, en una sociedad que traería petróleo de Venezuela para su posterior venta en República Dominicana. Según él, parte de ese petróleo llegó en barco a las aguas de Algeciras (España) tras una operación de ship to ship (transferencia de carga entre dos barcos) en la que se le cambiaba el origen de la mercancía.