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La prensa china identifica a Zapatero como «intermediario» con la Unión Europea

El expresidente preparó durante meses y en varios viajes la visita de Sánchez a China de esta semana

La prensa china identifica a Zapatero como «intermediario» con la Unión Europea

José Luis Rodríguez Zapatero en China con Ma Hui, alto cargo del Partido Comunista. | Comité Central del Partido Comunista Chino

«Nos estáis ayudando a construir un futuro mejor», señaló en Shanghái en septiembre de 2024 el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, delante de un auditorio repleto de empresarios chinos. El líder socialista repite esta semana destino menos de un año después y viaja a Pekín en una visita que preparó sobre el terreno durante meses uno de sus consejeros más próximos: el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Fue el exmandatario español el que la pasada semana cerró la agenda de Sánchez con el Partido Comunista chino durante el Foro Económico de Boao. En China, Rodríguez Zapatero se ha ganado la vitola de «intermediario» comercial y político con la Unión Europea, un hombre capaz de abrir de par en par las puertas de Bruselas a Pekín.

La posición de Sánchez y Rodríguez Zapatero inquieta cada vez más en la UE y también en Madrid. Sobre la mesa del viaje hay tres asuntos clave: el hidrógeno verde, el coche eléctrico y la entrada definitiva de España en la llamada ‘nueva ruta de la seda’, que le alejaría del eje de Washington, tal y como viene pregonando Zapatero. Máxime desde el anuncio de la guerra arancelaria por parte de Donald Trump.

El expresidente del Gobierno dejó claro en mayo de 2020 cuál era su objetivo en lo que respecta a las relaciones entre España, la UE y China. Lo hizo durante una videoconferencia con miembros del Grupo de Puebla en la que había representantes diplomáticos chinos. La frase fue tan drástica como contundente: «Tenemos que hacer que China y ojalá la UE muchos trabajamos en esa dirección— pongan a EEUU en una situación imposible».

Abrazarse al gigante asiático

Cinco años después, a Zapatero se le han alineado los astros de cara a la consecución de dicha meta, con Estados Unidos adoptando un papel aislacionista y dejando la puerta abierta a Sánchez para «abrazar a China», tal y como también le propone su socio de Gobierno Sumar. Sánchez pisará Pekín este jueves tras su paso fugaz por Vietnam, pero lo hará con una agenda ya allanada por Zapatero en sus últimas visitas a China, en las que se ha ganado entre la prensa el calificativo de «intermediario comercial».

En julio de 2024, Zapatero viajó a China para reunirse con Ma Hui, ministro adjunto del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista Chino. En esa reunión, con Zapatero actuando en esencia como «intermediario» con la UE, Ma Hui trató con el expresidente español «el plan de la Unión Europea de imponer aranceles adicionales a las importaciones de vehículos eléctricos (VE) chinos». Así figura, textualmente, en una nota emitida entonces por el Comité Central del Partido Comunista Chino.

Señalaba Pekín además que «China está dispuesta a colaborar con España para implementar el importante consenso alcanzado por los líderes de ambos países, profundizar la cooperación práctica en diversos ámbitos, impulsar el desarrollo sano y estable de las relaciones entre China y España y entre China y Europa, y contribuir activamente a la paz, la estabilidad, la prosperidad y el desarrollo mundiales». «José Luis Rodríguez Zapatero se ha comprometido desde hace tiempo a promover el desarrollo de las relaciones entre China y España y entre China y Europa», insistía el Partido Comunista Chino.

China «aprecia» a Zapatero

En una visita previa, Zapatero fue recibido por otro alto mando del Partido Comunista, Liu Jianchao. Tras el encuentro se emitió un comunicado por parte de Pekín señalando que «la parte china aprecia los esfuerzos del Sr. Zapatero».

«Los líderes de ambas partes han mantenido estrechos intercambios y reuniones para trazar el rumbo del desarrollo de las relaciones bilaterales. El PCCh mantiene intercambios amistosos con el PSOE y está dispuesto a desempeñar su papel como partido gobernante para implementar el importante consenso alcanzado por los líderes de ambos países, fortalecer la confianza mutua estratégica y la cooperación práctica, y promover un mayor desarrollo de la asociación estratégica integral entre China y España».

Sánchez dispara el déficit comercial

Sánchez aterriza esta semana en China en la que será su tercera visita oficial al país asiático como presidente del Gobierno. Un viaje que reafirma las buenas relaciones diplomáticas entre ambos Ejecutivos, aunque estas todavía están lejos de traducirse en una relación comercial favorable para España. Según los datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa analizados por THE OBJECTIVE, la contribución de la segunda economía mundial a la española sigue siendo muy limitada: las exportaciones están lejos de alcanzar los niveles de nuestros principales socios, las inversiones son casi testimoniales, la dependencia va en aumento y el déficit comercial se ha disparado un 82% desde 2018.

El Gobierno ha presentado esta visita como una oportunidad para diversificar mercados en un contexto internacional marcado por los altos aranceles impulsados por Donald Trump, que han alterado profundamente el comercio global y obligado tanto a la Unión Europea como a España a buscar nuevas alianzas. Sin embargo, pese a la firma de acuerdos y declaraciones de buenas intenciones en encuentros previos, los datos muestran que el vínculo comercial con China sigue siendo débil. Una distancia en lo económico que contrasta con la cercanía política entre los gobiernos de Sánchez y Pekín.

Respuesta a Trump

En el terreno de las exportaciones, los envíos a China alcanzaron los 7.467 millones de euros, lo que representa apenas el 1,9% del total exportado por las empresas españolas. En 2024, y a pesar de las múltiples visitas de Sánchez y los encuentros en Madrid con dirigentes chinos, las exportaciones cayeron un 1,5%, marcando el dato más bajo de los últimos cuatro años y acumulando una pérdida de 1.200 millones desde 2021. Además, desde la llegada de Sánchez a La Moncloa, las compras chinas a España solo han crecido un 18%, un avance modesto si se compara con el aumento del 35% en las exportaciones globales españolas en ese mismo periodo.

La gira no es una respuesta a esa guerra comercial desatada por Trump porque ya estaba prevista de antemano, ni es un viaje contra nadie, han asegurado a la agencia Efe fuentes del Ejecutivo, que sí reconocen que adquiere una relevancia especial por las consecuencias de esos aranceles, que en el caso de estos dos países asiáticos son de los más altos.

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