España, al borde del colapso constitucional, según el último informe de NEOS
La fundación que preside Jaime Mayor Oreja alerta de un «Proceso» dirigido a desmantelar la democracia española

Independentistas catalanes queman una bandera constitucional española. | Marc Asensio Clupes (Zuma Press)
La democracia constitucional española atraviesa, según el último informe de la fundación NEOS, su momento más crítico desde la aprobación de la Constitución de 1978. El documento, titulado España en el abismo. La ruptura de España se hace realidad, sostiene que el actual Gobierno encabezado por Pedro Sánchez no representa una continuidad dentro del marco constitucional, sino la culminación de un proceso político destinado a desmantelar el régimen nacido de la Transición.
La tesis principal del informe plantea que los acontecimientos políticos de los últimos años no pueden entenderse como hechos aislados, sino como etapas de una hoja de ruta predefinida. Según NEOS, este proceso –al que se refieren como «el Proceso», con mayúscula– comenzó bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero con los pactos con ETA y ERC, y habría alcanzado su punto álgido durante el actual mandato de Sánchez. «El riesgo máximo de desintegración ha llegado», afirma el texto.
Para la fundación, lo que gobierna hoy en España no es una coalición parlamentaria convencional, sino un «Frente Popular» que incluiría a fuerzas de izquierda y formaciones nacionalistas con el objetivo, según el informe, de sustituir el sistema democrático liberal por un nuevo marco de poder basado en una hegemonía ideológica y territorial fragmentada. En este contexto, NEOS denuncia una sustitución de los contrapesos institucionales por una política de cesiones sistemáticas al independentismo catalán y vasco, así como un debilitamiento de la independencia judicial.
El documento recoge una cronología de medidas impulsadas por el Ejecutivo –como los indultos a los líderes del procés, la supresión del delito de sedición, los acuerdos con Bildu, la ley de amnistía o la cesión de competencias a comunidades autónomas– y las interpreta como elementos que obedecen a una lógica común. A juicio de los autores, estas decisiones apuntan hacia una posible autodeterminación de Cataluña y el País Vasco, el debilitamiento de la monarquía parlamentaria y la eventual conversión de España en una «república confederal».
El informe dedica también un espacio significativo a lo que define como el «enmascaramiento del Proceso». Según NEOS, la acción del Gobierno se ha desarrollado en paralelo a una estrategia comunicativa que emplearía asuntos internacionales –como la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza o la relación con China– para desviar la atención de la opinión pública respecto a lo que consideran un deterioro institucional interno. «La democracia ha sido sustituida por la simulación democrática», señala el texto en uno de sus pasajes.
Otro de los aspectos centrales del documento es la crítica a lo que se califica como «ingeniería social». NEOS considera que el Estado no solo estaría experimentando una transformación institucional, sino también una modificación deliberada de las referencias culturales, sociales y morales que definen la identidad nacional. Bajo este término agrupan políticas públicas relacionadas con la memoria histórica, la identidad de género, la familia o la vida, que –según el informe– formarían parte de un proyecto más amplio para sustituir lo que consideran identidades naturales por construcciones ideológicas.
En el ámbito territorial, la fundación señala fenómenos como la marginación del castellano en las escuelas catalanas o la normalización del uso de lenguas cooficiales en el Congreso como síntomas de una estrategia que busca, en su opinión, disolver la idea de España como nación común.
El informe plantea un escenario de «liquidación» del orden constitucional en el que la soberanía nacional estaría siendo sustituida por una gobernanza basada en pactos con fuerzas separatistas. A juicio de NEOS, esta situación recuerda a momentos de crisis histórica como el desastre del 98 o los años previos a la Guerra Civil, caracterizados –según el texto– por la polarización política, el debilitamiento institucional y la pérdida de cohesión social.
Más allá del diagnóstico, el documento incluye una propuesta de respuesta articulada en torno a la idea de un «rearme moral». La fundación aboga por una movilización cívica que permita revertir la situación actual mediante la derogación de leyes impulsadas por el actual Ejecutivo y una reforma profunda de las instituciones. Como referente simbólico, menciona el llamado «Espíritu de Ermua», invocando la capacidad de reacción social ante la amenaza del terrorismo. Así, la fundación concluye que la supervivencia del orden constitucional solo sería posible mediante una derrota electoral del actual bloque de gobierno y la puesta en marcha de un nuevo proyecto político orientado a «reconstruir» las bases del sistema democrático y nacional.
El documento representa una de las críticas más estructuradas desde el ámbito conservador al modelo político actual, articulando una visión global que interpreta los principales movimientos del Gobierno como parte de un plan orquestado para transformar la naturaleza misma del Estado. Aunque sus planteamientos han sido calificados por algunos sectores como alarmistas o excesivos, el informe recoge con claridad una parte del malestar que sectores del centro-derecha expresan en el debate público actual: la sospecha de que el rumbo político de los últimos años no se debe a una mera coyuntura, sino a un cambio de régimen en curso.