Illa destinará en 2025 un millón de euros a implantar el catalán en la sanidad pública
Gastará 500.000 euros en su fallido programa de formación lingüística para sanitarios ‘Prescríbete el catalán’

La consejera de Salud, Olga Pané, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa. | EP
El PSC firmaba este martes con ERC y los comunes el Pacto Nacional por la Lengua, que será la nueva hoja de ruta del Govern para la extensión del catalán en todos los ámbitos, tanto públicos como privados, en los próximos años. El pacto, que busca impulsar de forma generalizada el uso del catalán y se propone ganar 550.000 hablantes para 2030, impulsa la lengua catalana con 200 propuestas y 255 millones de euros para 2025, que saldrán de fondos propios de la Generalitat (con la previsión de invertir al menos 200 millones de euros anuales hasta 2030). Uno de los ámbitos en los que pretenden impulsar el uso de la lengua será el sanitario, entre los sectores donde más se ha denunciado la escasa presencia del catalán. En total, el Govern prevé gastar este año más de un millón de euros (1.140.000 millones) «para garantizar el conocimiento y el uso del catalán en el sistema público de salud de Cataluña».
Según el texto consultado por THE OBJECTIVE, «el catalán ha retrocedido como lengua de uso habitual en el ámbito sanitario», algo que, asegura, «puede afectar a la seguridad del paciente». Además, el documento señala que «el sistema solo respeta de manera parcial los derechos lingüísticos de las personas usuarias». Por ello, pretende implantar una serie de medidas y normativas para «mejorar el conocimiento de la lengua catalana de los profesionales del sistema sanitario» y garantizar «los derechos lingüísticos de los usuarios del sistema sanitario».
Según se desprende del documento, del cual se han descolgado Junts y la CUP al considerarlo insuficiente, la Generalitat destinará 640.000 euros a impulsar el uso del catalán en la sanidad pública a través de un conjunto de medidas que incluyen la elaboración de planes de gestión lingüística en todos los centros del Siscat, la formación obligatoria en sensibilización lingüística para los nuevos profesionales, y el diseño de itinerarios personalizados para que el personal sanitario acredite progresivamente los niveles A2, B2 y C1 de catalán. También se prevén acciones complementarias como formación previa a la incorporación y espacios de conversación en los centros, así como la mejora del sistema de quejas y supervisión para garantizar el respeto a los derechos lingüísticos de los pacientes.
500.000 euros para su fallido programa ‘Prescríbete el catalán’
Además, se gastarán 500.000 en el programa de formación del idioma para profesionales sanitarios ‘Prescríbete el catalán‘. Esta actividad ha resultado todo un fiasco desde su primera edición en 2024, como ha contado este medio. En la segunda edición del curso, que comenzó el pasado mes de abril, tan solo se inscribieron 1.640 personas, un 60% menos que en la primera edición, cuando se apuntaron 3.930 sanitarios.
Unos datos previsibles tras los resultados de la primera edición. Según informó la Generalitat, la primera edición, que finalizó a finales de noviembre de 2024, contó con 2.700 plazas iniciales, que se vieron «desbordadas» por una demanda superior a 3.930 inscritos. Sin embargo, solo un 50% de los matriculados terminaron el curso (1.352). Junto con estas medidas, la Generalitat está preparando cursos de formación (A1) para los colegiados recién llegados. Para esta iniciativa aún está por determinar la cantidad presupuestaria que se destinará. También pretenden incluir el área de salud en la línea de subvenciones para la inclusión del catalán en productos tecnológicos. Esta partida cuenta con un presupuesto total de 851.000 euros.
Falta de profesionales autóctonos
La Generalitat justifica este gasto debido a que un porcentaje muy elevado de los médicos que ejercen en Cataluña proceden de otros lugares de España y de otros países y llegan sin ningún conocimiento del catalán. «Desde hace décadas, ante la falta de profesionales autóctonos, el sistema de salud catalán está contratando personal de origen foráneo», se lee en el Pacto Nacional por la Lengua, que señala que solo el 29% de los nuevos médicos colegiados en la provincia de Barcelona habían nacido en Cataluña, un 17 % en el resto de España y un 54 % en el extranjero. Como consecuencia, «el catalán ha retrocedido como lengua de uso habitual en el ámbito sanitario y el sistema solo respeta de manera parcial los derechos lingüísticos de las personas usuarias, lo que también puede afectar a la seguridad del paciente».
Por otro lado, haberse formado en Cataluña no garantiza, a día de hoy, competencia en catalán. «Los sistemas de selección y formación de estudiantes se llevan a cabo en un marco de alcance estatal (distrito único) que prescinde de consideraciones lingüísticas, de manera que una buena parte de las personas que acceden a los grados en Cataluña no saben catalán y durante su periodo formativo, no adquieren el conocimiento necesario para trabajar respetando el derecho de opción lingüística de los pacientes», se lee en el texto, que agrega que este proceso se repite con el personal médico residente, «que a menudo proviene de todo el Estado y concluye sus estudios sin dominar la lengua catalana». En otras palabras, paradójicamente el actual sistema de formación de profesionales sanitarios en Cataluña no garantiza que las personas que se forman allí terminen sus estudios con el nivel adecuado de catalán para trabajar. Ante esta situación, la Generalitat empleará más de un millón de euros durante 2025 en una batería de medidas destinadas a revertir esta tendencia.
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