Preocupación en Sumar por tener que ejercer de pararrayos ante la corrupción del PSOE
Yolanda Díaz teme que entre las andaluzas y la ausencia de Sánchez acabe haciendo frente en solitario a la oposición

Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados. | Europa Press
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ejerció el pasado miércoles de primera portavoz del Gobierno en la sesión de control del Congreso de los Diputados. Debido a la ausencia de Pedro Sánchez, que había viajado a Bruselas, y de María Jesús Montero, que estaba en Polonia, Díaz tuvo que enfrentarse a la embestida de los diputados del Partido Popular sobre los casos de corrupción del PSOE. Ella intentó responder hablando de los asuntos que son de su competencia, como su propuesta de reducción de la jornada laboral, pero en Sumar se ha extendido el temor a que esta situación se repita en el futuro y que Díaz acabe ejerciendo de pararrayos ante los casos más polémicos que afectan al PSOE. Para desviar los focos, Sumar anunció ese mismo día una proposición de ley para romper relaciones comerciales con Israel.
El PP acusó a Sumar de «tapar» la «corrupción» del PSOE, y a Díaz de ejercer de «colaboradora necesaria» de las «prácticas mafiosas» de sus socios de gobierno. Sumar entiende que en el contexto precongresual, los miembros de la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo buscan elevar el tono, pero los de Díaz temen verse involucrados en una espiral de reproches y acusaciones de corrupción, mientras Podemos, a su izquierda, se libra del desgaste y también intensifica sus ataques. Los morados, en efecto, ya califican de «gravísimo el caso de corrupción» que afecta al PSOE.
Las fuentes consultadas en Sumar sostienen que el grupo parlamentario, y la propia Díaz, sabían que la sesión parlamentaria iba a ser complicada. En conversación con este diario admiten que eran conscientes de que «iba a caer mucha» suciedad, por emplear un eufemismo. Y que en esas circunstancias, ganar visibilidad aprovechando la coyuntura para hablar de la jornada laboral iba a ser difícil. Así fue. Díaz intentó contestar a Cuca Gamarra y a Miguel Tellado tirando de cifras de paro y de la propuesta para reducir la jornada laboral, pero la ministra estuvo visiblemente incómoda.
«Decadencia moral»
Gamarra preguntó a Díaz si «la amante de Ábalos o el hermano de Sánchez eran los programas pilotos de su propuesta para reducir la jornada laboral». La portavoz del PP acusó a Díaz de ser una «colaboradora necesaria en la decadencia moral» del Ejecutivo. Por su parte, Tellado reprochó a Díaz haber «optado por ser cómplice de la corrupción y basura que salpica al PSOE a cambio de coche oficial y mucha moqueta». «¿Hasta cuándo los ministros silentes de Sumar van a apoyar al Gobierno con sede en Sicilia?», agregó Elias Bendodo.

Yolanda Díaz se vio en la diana de los ataques del PP, en un día muy complicado para el Gobierno. La semana informativa se ha visto condicionada por las publicaciones sobre Leire Díez Castro, una militante del PSOE vinculada al equipo del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, con la misión de buscar información sensible para atacar y desautorizar a la UCO en plena investigación de los presuntos casos de corrupción que afectan a dirigentes socialistas. En los audios revelados en exclusiva por THE OBJECTIVE y El Confidencial se desprende una estrategia pilotada por la militante socialista (que llegó a cargos de prestigio como el de responsable de relaciones institucionales en Correos) para «acabar» con la UCO, y concretamente con el teniente coronel responsable de la investigación sobre Begoña Gómez, el hermano del presidente y los casos Ábalos y Koldo.
Sumar tuvo que dar la cara el miércoles en el Congreso debido a la ausencia de Sánchez y Montero en la sesión de control. Y el temor que trasladan en la formación de Díaz es que esta situación se vuelva a repetir. La coalición ha evitado hasta ahora comentar todo lo que concierne a los casos de corrupción que afectan al PSOE. Con respecto a las últimas publicaciones, los portavoces de Sumar se han limitado a decir que no comentan «conversaciones privadas». Emplean el mismo razonamiento que cuando se conocieron las conversaciones privadas entre Sánchez y José Luis Ábalos.
Este mismo miércoles, Sumar ha anunciado en el Congreso que presentará una proposición de ley para prohibir cualquier tipo de acuerdo de asociación con países que ocupen ilegalmente otros territorios. La iniciativa afectaría a Israel, pero también a Marruecos. La iniciativa de Sumar busca elevar el conflicto diplomático con Israel para intentar que la cuestión de Gaza desvíe los focos de los problemas que acechan al PSOE, y que en el equipo de Díaz consideran que pueden afectar también a su formación. Como publicó este diario, además, Sumar detecta problemas a la hora de «rentabilizar» políticamente la cuestión de Gaza, considerada central y simbólica para sus votantes.
Fuego cruzado con Podemos
La situación inquieta a Sumar. Los de Díaz ven como entre el rearme y los casos de corrupción del PSOE su imagen y proyección demoscópica van menguando. Todo ello mientras Podemos arremete contra el Ejecutivo en todos los ámbitos estratégicos para Sumar, como la política sobre Gaza o el encarecimiento de la vivienda. Un sector de Sumar sostiene que los casos de corrupción del PSOE podrían resultar rentables para recuperar fuelle demoscópico (frenando la sangría de apoyos en la izquierda), pero para eso es esencial que no se repitan situaciones como la del pasado miércoles, en la que Díaz tuvo que ejercer de defensora de los asuntos polémicos del PSOE.
Este mismo miércoles, Sumar ha anunciado en el Congreso que presentará una proposición de ley para prohibir cualquier tipo de acuerdo de asociación con países que ocupen ilegalmente otros territorios. La iniciativa afectaría a Israel pero también a Marruecos. La iniciativa de Sumar busca elevar el conflicto diplomático con Israel para intentar que la cuestión de Gaza desvíe los focos de los problemas que acechan al PSOE, y que en el equipo de Díaz consideran que pueden afectar también a su formación. Como publicó este diario, además, Sumar detecta problemas a la hora de «rentabilizar» políticamente la cuestión de Gaza, considerada central y simbólica para sus votantes.
Díaz decidió hace meses centrar sus esfuerzos también en la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas. Cree que ésta será su medida estrella de la legislatura, aunque para aprobar su propuesta de ley debe convencer a Junts per Catalunya para que la apoyen. Con la situación paradójica del pasado miércoles, cuando además de defender el Gobierno de los ataques del PP, tuvo incluso que volver a pedir a los populares cambiar su posición sobre la jornada laboral.