El PSOE ha ingresado 77 millones desde 2017 con el 'impuesto' cobrado a sus altos cargos
Entre 2018 y 2024 las aportaciones de afiliados y colocados a dedo en la Administración rondan los 11 millones de media

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EFE
El PSOE ha recibido 77 millones de euros de sus altos cargos y parlamentarios desde 2017. Ese es el año que Pedro Sánchez retornó a la secretaría general del partido tras imponerse en unas primarias a Susana Díaz y Patxi López. Las cuentas de la formación y distintos informes del Tribunal de Cuentas analizados por THE OBJECTIVE muestran que estas aportaciones que constituyen una de las principales fuentes de financiación de los socialistas «no son voluntarias», y así lo reconocen algunos dirigentes y cargos públicos consultados.
El impuesto que exigen los dirigentes socialistas a los cargos públicos de su partido ha sido puesto en cuestión tras haber protagonizado una de las conversaciones de Koldo García recogidas en el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Los socialistas han captado de media 11 millones de euros durante los últimos siete años gracias a este peaje. Es más del doble de lo que recibe el PP por este concepto.
En uno de los whatsapps desvelados por la UCO, Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, advirtió al exdirector general de Carreteras Javier Herrero de que le iban a contactar desde la gerencia del partido para reclamarle «el impuesto». Koldo García avisa a Herrero que la gerente del PSOE iba a contactarle para reclamarle la aportación.
El peaje a los altos cargos
«Perdona que te moleste, me pide tu teléfono el gerente del partido. Te puedo llamar 15 segundos. Si no se lo doy yo, lo consigue seguro», insistió Koldo García a Herrero. La interpretación de la UCO es que desde la gerencia socialista se reclamaba esta aportación económica. Este, un alto cargo con amplio poder sobre las adjudicaciones en infraestructuras viarias, le contestó poco después aceptando que facilitase su contacto.
El PSOE recibe fondos públicos y privados. Entre estos últimos, están las cuotas y aportaciones de afiliados y simpatizantes y los productos de las actividades propias del partido político y los rendimientos procedentes de la gestión de su propio patrimonio. También bajo este epígrafe se incluyen las donaciones, los fondos procedentes de préstamos y las herencias y legados. En 2023, último año que los socialistas han hecho públicas sus cuentas, se captaron 29,5 millones de euros por ese método.
Los fondos públicos proceden de subvenciones públicas para gastos electorales y las subvenciones estatales anuales para gastos de funcionamiento. En este epígrafe también se incluyen las ayudas anuales que las comunidades autónomas establecen para gastos de funcionamiento en su ámbito y las subvenciones extraordinarias para realizar campañas de propaganda. Por último, en el capítulo de financiación pública se encuentran las aportaciones que reciben los partidos por su representación en los parlamentos. En 2023 se recaudaron por esta vía casi 95 millones de euros.
Desde el Gobierno han defendido este tributo, que aseguran que el voluntario. Los estatutos del PSOE dejan claro que no lo es. El artículo 63 del reglamento aprobado en el 41 Congreso Federal, celebrado el pasado diciembre en Sevilla, establece las aportaciones comprometidas o donaciones de cargos públicos y asimilados.
Reacción del PSOE
El segundo apartado sostiene que «el incumplimiento del compromiso de pago de las aportaciones de cargo público o asimilado por un periodo superior a tres meses podrá dar lugar a la actuación disciplinaria correspondiente recogida en la normativa del partido, así como su valoración como causa impeditiva para el ejercicio de cargos orgánicos o para su elegibilidad en las candidaturas electorales».
El secretario general del PSOE-M y ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, se refirió a la posible financiación ilegal de los socialistas que investiga la Guardia Civil señalando que «el impuesto» del que Koldo García habló a un alto cargo del ministerio puede ser la «cuota voluntaria» que los cargos públicos pagan al partido.
«Le llamamos impuesto revolucionario», reconoce un alto cargo del PSOE. En su caso, asegura, colabora con un 10% de su salario, aunque explica que el porcentaje varía según los ingresos de la persona. Este tipo de aportación económica no es exclusiva de los socialistas, ya que otras formaciones también la aplican.
Y eso a pesar de que el artículo 4 de la ley sobre financiación de partidos políticos establece que estos «no podrán aceptar o recibir, directa o indirectamente, donaciones de personas físicas que, en ejercicio de una actividad económica o profesional» que sea parte del sector público. Otra dirigente socialista se queja de que el partido les obliga a pagar esta cuota, «que no es voluntaria». E insiste: «También deben abonar un 10% de su sueldo mensual los trabajadores, aunque no sean cargos públicos».