Hacia un empleo de calidad en la hostelería en un contexto de déficit de talento
Solo con una visión estratégica que sitúe al talento en el centro se podrá garantizar su sostenibilidad
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El turismo mantiene su fortaleza y, con ella, la ocupación en el sector. El auge de la actividad se traduce en una media de 1,84 millones de empleados en el mercado laboral en 2024, un 5,4% más respecto al año anterior y la cifra más elevada de los últimos cinco años, según datos del INE recopilados por Randstad. La actividad fue una de las más golpeadas por la crisis del Covid-19, pero no solo se ha recuperado, sino que ha superado el nivel de empleo que registraba antes de la pandemia.
Un periodo que ha estado caracterizado por la llegada en número importante de extranjeros o personas con doble nacionalidad (española y otras). Solo así la hostelería (incluye servicios de alojamiento y servicios de comidas y bebidas en restaurantes y bares) ha podido mantener el crecimiento en la ocupación que requería el dinamismo que atraviesa la actividad.
Más concretamente, los empleados extranjeros o con doble nacionalidad han pasado de sumar 497.000 ocupados en el primer trimestre de 2019 a 772.000 al cierre de 2024, es decir, un 55% más. Por el contrario, los empleados españoles se han mantenido en 1,07 millones de personas. Con estos datos, el 58,1% de los empleados son de nacionalidad española, el 30,6% son extranjeros y el 11,3% restante cuenta con doble nacionalidad.
En líneas generales, la hostelería afronta el reto del reemplazo generacional. En el caso de los servicios de alojamiento, al cierre de 2024 el 49% de los empleados tenía 45 años o más, un porcentaje muy similar (45%) que en el caso de los servicios de comidas y bebidas. De hecho la disponibilidad de talento es una preocupación creciente entre las empresas del sector, ya que seis de cada diez esperan mayores dificultades para la contratación en los próximos años. La captación de talento joven y también de trabajadores extranjeros son opciones que barajan las empresas para cubrir las vacantes.
Según datos de Randstad, la hostelería es uno de los sectores donde más cuesta cubrir vacantes, especialmente en puestos como camareros, cocineros, recepcionistas o personal de limpieza. Esta falta de profesionales no es solo una consecuencia coyuntural de la pandemia, sino que responde a factores estructurales: condiciones laborales poco atractivas, temporalidad elevada, falta de formación específica y escasa percepción de desarrollo profesional a largo plazo.
A pesar de la alta demanda, muchos trabajadores potenciales no ven en la hostelería una opción estable ni suficientemente remunerada. Además, la rotación en el sector sigue siendo muy alta, lo que impacta negativamente en la calidad del servicio y en la productividad de los equipos.
Frente a este contexto, desde Randstad proponemos apostar por la formación dual, la profesionalización del sector, la mejora de las condiciones laborales y el uso de tecnologías que alivien la carga de trabajo en tareas repetitivas. También abogamos por medidas que faciliten la conciliación del empleo con la vida personal, así como estrategias para el desarrollo profesional del empleado como una vía para retener talento. Solo con una visión estratégica que sitúe al talento en el centro se podrá garantizar la sostenibilidad y competitividad de la hostelería española.
La oportunidad está ahí. España cuenta con una de las industrias turísticas y hotelera más competitivas del mundo, pero para seguir manteniendo este atractivo es más necesario que nunca apostar por un servicio al cliente de máxima calidad. La actualización de habilidades y conocimiento se hace, además, esencial para que la actividad se posicione en un rango lo suficientemente elevado para atraer talento de calidad en un círculo virtuoso en el que ganan todos: empresas, empleados y también el país.
